viernes, 30 de noviembre de 2012

El vestido de novia y otros mitos (Capítulo II)



             Cuando volví a la tienda de vestidos lo hice con mi madre y mis damas de honor. Ya con cita y con más tiempo para probarme. Me volví a sentir genial con el puesto, sin embargo, y aunque en el momento no se lo dijera a nadie, no era lo mismo.

          ¿Que te pasaba vestido? Ya no me habías conquistado igual.veía el tul rígido y sin movimiento, ya no tenía claro que se me vieran los pies, el palabra de honor me agobiaba...Algo dentro de mi pequeña cabecita de novia loca me decía que no lo tenía todo. Aunque allí en directo no dije nada reflexioné yo sola y  decidí seguir mirando. Al fin y al cabo sólo me había probado en aquella tienda.

Tulle, tulle, tulle
Vía Pinterest
       

 Cambié de idea del vestido. Dejé de centrarme en lo corto y opté por probarme trajes largos, princesa, con capas de tul y bordados. 

Pros:                                                    Contras:
- Los hay en todas las tiendas               - Cuidado con el diseño, para que no sea uno más
- favorecedor                                        -Cuidado con el corte, para que nos favorezca
- Princesa (si es lo que te gusta)

          .
           Pedí cita en Pronovias, y allí que fui. Piiiiiiii Piiiiiiiii fallo. No te pruebes vestidos por los que no quieres pagar esa cantidad de dinero, porque la liarás. No se porqué allí me probé cuando en Rosa Clará no lo hice, locuras de novia supongo. 

            En Pronovias nos trataron genial. Me probé cuatro vestidos y claro...ahí ya cambio la cosa. A mi parecer los vestidos eran Más Vestidos, las telas, los bordados...Me enamoré de uno. Yo le llamo mi amor platónico de Pronovias. Fue como un corto pero bonito romance, esos diez minutos en el probador...
                No voy a ser hipócrita y a decir que no me encantó aunque no me lo comprara, pero tenía muy claro (bueno en ese momento no tanto) que no pagaría esa cantidad de dinero.
               

              Lo que yo no sabía cuando salí de Pronovias ese viernes con el ceño un poco fruncido por no poder quedarme ese vestido es que, ese mismo lunes, encontraría el mío y la búsqueda terminaría.........

Continuará.....

jueves, 29 de noviembre de 2012

De revistas de novia


  y de bodas futuristas:
                

              Esta entrada es muy corta. Pero no podía dejar de compartir con mis lectoras mi asombro.
                
             Una se encuentra tan tranquila leyendo revistas de bodas, intentando encontrar inspiración de las que aparecen en ellas. Sin embargo cuando has visto cuatro o cinco encuentras nexos en común: Fincas familiares inmensas dónde celebran el evento, zapatos Jimmy o Manolo, vestidos de diseñadores de alta costura y joyas heredadas del S.XIX.
               
                Es entonces cuando yo me pregunto ¿todas las novias de España tienen esos lujos hoy en día? Sé que la gente en las bodas tiende a no escatimar en gastos...pero de ahí a eso.
      
                 Evidentemente no, evidentemente no es lo común.
                
                ¿Podríamos decir que hay dos tipos de boda? ¿De revista y las otras?
                
                 Pero digo yo...si esas revistas las compra gente de a pie, gente que normalmente no se permite unos zapatos de 800 euros para su boda ¿por qué no incluyen también bodas más normales?. Al fin y al cabo hay más gente que no se puede comprar unos Manolos a gente que sí.  No digo, que conste, que no me encante ver las fotos de esas bodas maravillosas, pero no estaría de más que tuvieran en cuenta los tiempos que corren.
                
                No te lo tomes mal Jimmy, yo te invitaría a mi boda, junto con Manolo, pero me parece que ya nos encontraremos en otra ocasión
                
              Que sigue siendo una boda, no un circo. Circo o espectáculo digno de un museo de ciencia...que lo de la boda con un robot de tres metros bailando con los invitados creo yo que supera todo lo visto.  No quiero imaginarme al robot junto con la fuente de chocolate...

miércoles, 21 de noviembre de 2012

El vestido de novia y otros mitos (Capítulo I)


Primer contacto:
                

                La historia de la búsqueda de mi vestido no es para nada como nos cuenta el mito, cómo: El primero que te pruebas es el definitivo. En serio ¿alguna os habéis probado sólo uno? Lo mismo yo tengo un problema... La verdad es que es una de las primeras cosas que empecé a mirar (bueno vale, la primera). Estaba deseando probarme vestidos, beber champagne en las tiendas (mito también...) y verme envuelta en capas y capas de tul.
                

Comienza este primer capítulo de la búsqueda del vestido
                
Lo primero que hay que pensar es que estilo queremos...aunque al final termine siendo otro totalmente distinto (mito confirmado).  También hay que tener en cuenta nuestro presupuesto mosquito: os recuerdo mi reto era encontrar un look de novia por 1200 euros.


               Mi primera idea: Vestido de novia corto. Cómo ya he comentado en otras entradas el eje de mi boda es sencillo, divertido y nada protocolario. De manera que en principio me pareció una buena idea ese estilo.

Pros:                        Contras:
- original                 - Difícil de encontrar
- favorecedor       
- divertido
                

               Una vez decidido más o menos por dónde tirar es cuando empezamos a mirar en las tiendas. De manera que un día mi madre y yo nos arreglamos y fuimos a dar un vistazo.
                
                  Primera parada: Rosa Clará. No podía ser de otra manera. Había visto uno de la nueva colección que me encantaba. Así que felices entramos en la tienda. Tan rápido como entramos salimos, cuando nos dijeron que el modelo que me gustaba costaba más de 2.000 euros. Adiós Rosa Clará, fue bonito conocerte. No me llegue a probar ningún modelo, aunque había algunos muy muy bonitos.
               
                  Un poco asustadas por los precios (aunque yo ya me lo esperaba) fuimos a nuestra segunda parada, ya abriéndonos a otras posibilidades. Franc Sarabia. Yo sólo quiero decir algo, y decírselo a Fran: Mira bien a quien contratas...porque no creo que esa gente tan antipática te vaya muy bien.  Que quede claro que cuando mi madre y yo entramos en la tienda la mirada de arriba a abajo que nos echaron ya tiraba para atrás. Pregunté por vestidos cortos y por un fajín que había visto, y allí de pie, sin entrar casi en la tienda, nos dijeron: No, no de eso no tenemos. Y punto. Poco más y nos dicen: ale ale fuera . Adiós Franc Sarabia, no fue nada agradable conocerte (a ti no, a tus empleadas).
                
                  Ya totalmente desconcertadas por el trato recibido decidimos huir un ratito de las grandes firmas, y entrar en las tiendas multimarca o marca propia. Sin saber ni que marca era entramos en Manila Novias, una pequeña tienda con sus propios modelos. Nos atendieron de forma muy muy agradable, incluso me dejaron probarme sin llevar cita. Nos enseñaron el catálogo y los precios rondaban entre 550 y 1500 aproximadamente. Y entonces lo vi.  Y ese fue mi primer vestido. Se trataba de un vestido corto, tobillero, palabra de honor y todo de tul. Capas y capas de tul a más no poder. En serio, se mantenía de pie El solito.
                Es cierto que cuando salí de la tienda pensaba que era mi vestido, si o si. Me había visto tan guapa y tan divertida.  Sin embargo la tienda me ofrecía hacerle los cambios que quisiera, así que pedí cita para meditarlo más tranquilamente. .....

Continuará....

domingo, 11 de noviembre de 2012

Mosquito, bienvenido


La palabra fea de la boda: El presupuesto.
               

              Aunque te recorra un escalofrío al escuchar la palabra y quieras dejarlo para más tarde todos tenemos que marcarnos un presupuesto para nuestra boda. Y  tenemos que querer al pobre presupuesto, porque es importante. El no tiene mala intención, sólo nos ayuda a controlarnos en los momentos de desviaciones que todos tenemos al organizar una boda.
                
              Yo me he hecho amiga de mi presupuesto, lo llamo Mosquito, porque la palabra presupuesto no me gusta. Mosquito siempre me acompaña, siempre está haciendo ruido en mi oreja, y aunque pueda parecer molesto, por ahora me ha ayudado muchísimo.
               
                Mi Mosquito es pequeño, menudito vamos, como yo. Pero es entrañable y le tengo cariño.
                
              Aunque es muy complicado hacerse un sólo presupuesto mosquito, yo he hecho muchos (una manada de mosquitos). Uno para cada área de la boda: Mosquito presupuesto para look de la novia, Mosquito presupuesto para convite, Mosquito presupuesto para regalos de los invitados... y así sucesivamente.
              
                Creedme, mosquito es un buen amigo. Hace que busque más y que no me conforme con los primero que veo. Y os puedo asegurar que por ahora ha resultado.
mosquito de punto vía Pinterest

Para mí el mayor reto es el look de la novia: es decir, vestido + zapatos + tocado o velo + ramo de flores + complementos varios. Mi mosquito presupuesto para el look de novia es de 1200 euros.
                Si, has leído bien...¿Que ningún vestido baja de los 1500? cierto, la mayoría no lo hacen. Y yo por ese dinero tendré el conjunto completo...y os aseguro que impresionante. No quiero pagar 2000 euros por un vestido para un día, ni 800 por unos zapatos de novia, ni 400 por un velo...Ahora bien, cada cual pone su presupuesto :)
               

Por ahora recordad: Mosquito es vuestro amigo. 

viernes, 9 de noviembre de 2012

El terrorífico mundo de las fuentes de chocolate


El momento fuente
               
                Una novia pasa por muchos momentos cuando organiza una boda, entre ellos yo destacaría el momento fuente de chocolate. Pasas de odiarla a quererla en tu boda si o si. Es entonces cuando la novia, desconociendo lo que le espera, se dispone a escribir a algún proveedor para hacerse una idea de los precios que rondan. Feliz, espera la respuesta del mismo. He aquí la conversación:

P (señor proveedor)      N (novia sin infancia)

P: Buenos días, soy x, instalamos fuentes de chocolate en bodas y hemos recibido su correo.
N: Hola! buenos días! me gustaría saber el presupuesto para un fuente de chocolate y esas cosas.
P: Nuestro servicio es de dos fuentes de chocolate de 1 metro y 25 centimetros instaladas en una mesa de 6 metros de longitud en forma de S de metraquilato iluminada por dentro en tonos morados y decorada con frutas naturales, piñas, hojas y con platitos de brochetas de fruta y chucherías. Son 700 euros.
N: Ah...pero..nosotros somos solo 85 personas...eso lo veo un poco excesivo.
P: Es lo que instalamos para bodas.
N: Ya...¿y no sería posible la fuente de 60 centímetros?
P: Señora esa fuente es la que ponemos en los cumpleaños

Vale...será que no he tenido infancia pero en mis cumpleaños lo que había eran sándwiches de pan de molde y paté, donettes, paquetes de patatas y una tarta. Así que no se indigne si quiero una fuente de 60 cm...¡algunos queremos cosas sencillas! Si quiero una fuente de 60 cm no tiene que juzgarme señor proveedor. 


Lo siento pero no veo necesario que la fuente mida casi lo mismo que yo (mido 1'48..). Seamos sinceros, ¿quien llega al último piso de la fuente cuando está encima de la mesa? ¡Por dios que es más alta que la novia!


¿ Una mesa de 6 metros en forma de S iluminada por dentro y decorada con piñas naturales? ¿No sabe, señor proveedor, que las piñas pinchan casi sólo con mirarlas? imagina meter las manos entre piñas para coger una brocheta de frutas y sacarla como si mi gata te hubiera abrazado.

Siento que se haya encontrado con una novia que no quiere su mesa de 6 metros.

Yo sólo quería una pequeña fuente para el centro del candy bar, señor proveedor.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Y tu ¿que boda eres?


¿Qué tipo de boda quiero?
               

       Es otra de las primeras preguntas que debes plantearte. Y la respuesta la tienes que tener muy clara, ¡si no mal vamos!. Que conste que cada uno celebra su día como más le plazca, y que cada uno tiene sus  gustos, y todos son igual de válidos.
               
       En nuestro caso la boda tenía un eje claro: Diversión y espontaneidad. Y pensaréis

"¿espontaneidad?, pero tía si estás haciendo un blog de los preparativos diez meses antes de la boda...va a tener de espontaneo lo mismo que las votaciones de eurovisión"

         Pues si...pero la espontaneidad puede parecer real pero no serla..en fin, que me enrollo. También buscamos originalidad, ambiente DIY, casero y cálido.

        Para nosotros lo más importante el día de la boda es pasarlo bien, estar con nuestra gente, y tener un día inolvidable. Din din din topicazo!
               
       Ahora bien, y aquí viene el meollo de la cuestión: ¿Es necesario montar los circos que se montan en las bodas? En algunas, sinceramente, lo único que faltan son los acróbatas del circo del sol. 


           El derroche de dinero es absurdo, y el disfrute de nuestros invitados pocas veces depende de lo que hayamos gastado, sino más bien del ambiente que nosotros, como novios, creemos. Que por comer un solomillo no van a ser menos felices ni a pasárselo peor que por comer caviar vamos (o eso espero, porque como mis invitados esperen caviar...)
                
          Entonces ¿qué tipo de boda queremos? Nosotros algo sencillo, dentro de lo que conlleva una boda. Por este motivo teníamos claro qué tipo de convite sería: Una cena tipo Cóctel.


Huimos de las mesas con manteles  y de las sillas vestidas con enormes lazos.

Huimos de tener que sentar a unos con otros y a otros con unos.

            Todo el mundo de pie (si, habrá sillones y zonas chill out, que no os agobien los tacones) y que cada cual hable con quien quiera. Esto creará un ambiente mucho más informal y distendido, sin las tiranteces propias de las cenas con sitios adjudicados. Además la comida en si tiene un toque más especial, será mucho más dinámica y original.



Y vosotros ¿qué tipo de boda preferís?

domingo, 4 de noviembre de 2012

La vie en rose, mint, purple....omg


Una boda de color
                

     Aunque no es necesario que este sea uno de los primeros pasos si fue uno de los que yo hice nada más empezar a organizar la boda. Cuando empiezas a pensar en un evento el estilo del mismo es fundamental, y con ello sus colores.
                Para mí la decoración y la ambientación es imprescindible, así que hasta hace poco he estado dándole muchas vueltas al tema de los colores de la boda. Me propuse elegir dos colores predominantes que permitieran variaciones en sus tonos (para que no fuera tan monótono). El rosa tenía que estar si o si, pues es mi color favorito por muy topicazo que suene. Ahora bien, tenía que buscar otro que le combinara con elegancia.

                La primera opción no llevaba rosa (y eso no terminaba de convencerme), era morado-verde agua. Me gustaba el morado por el toque otoñal, y el verde agua por el ambiente vintage que me permitía realizar.

                 Sin embargo después cambie de idea, quería azul eléctrico-frambuesa. La historia del azul eléctrico tiene su explicación, que pronto os contaré en otra entrada :)



                La combinación anterior me encantaba, pero tenía un no se que, que no se yo, que no me acababa de llenar (ni a mi mano derecha de la boda, todo hay que decirlo). Así que llegue a la combinación final ¡por fin!: Frambuesa-verde agua. Los tonos rosas y frambuesa me encantan, dan dulzura y romanticismo. EL verde agua, como dije antes, le da el toque vintage. Os puedo asegurar que esta decisión hizo aplaudir de emoción (literalmente) a mi manita derecha, que os presentaré pronto.




 P.D: Recurriré, no obstante, a tonos de rosa oscuros más que a rosa bebé, para no empastelar demasiado la boda.


Y vosotras/os ¿habéis pensado en los colores de vuestra boda? ¿Cual es vuestra combinación favorita? 

sábado, 3 de noviembre de 2012

Hagamos cuentas


Vamos a hacer cuentas
               

          Aunque no todo el mundo está en la misma situación económica, la gran mayoría de novias y novios de España temen el momento boda por los gastos que supone. Cuando empiezas a sumar todos los detalles que conlleva un evento así la cifra es, a veces, aterradora. Por ello uno de los primeros pasos que tenemos que hacer es calcular con nuestra pareja cuánto dinero nos podemos gastar sin que duela mucho el bolsillo. Pero de verdad, no os asustéis, se puede conseguir!




                Sólo con estos datos nos podemos hacer una idea de los gastos de una boda convencional, y esto es sólo la punta del iceberg:  Regalitos para invitados, fotografía, vídeo, convite, coches de alquiler...
               
                Sin embargo hay otras formas: otras formas de organizarte y de pensar. para mí lo de  Es un día en la vida no me sirve. Una boda no tiene porque salirse de nuestras  posibilidades si no queremos, eso sí, hay que trabajar y mucho. Pero os aseguro que es gratificante conseguir lo que quieres al precio que quieres. 


                A lo largo de las entradas de este blog seguro que podéis coger ideas y direcciones que os ayudarán a ahorrar, empezando por el vestido y terminando por la decoración. Todos tenemos derecho a una boda de ensueño acorde con nuestro bolsillo.

¿Y ahora qué?



                   Una vez pasada la emoción de la pedida, de comunicárselo a tu familia, a tus amistades y de estar en una nube por todo lo que pasa llega la hora de centrarse.
               
  Vale, me caso. ¿y ahora qué? ¿por dónde empiezo?
               

              Cada novia es un mundo, uno muy complejo eso está claro. En mi caso llevaba años mirando cosas de bodas, carpetas y carpetas con fotos de inspiración en mi ordenador. Sin embargo todas esas fotos no me ayudaban de nada en ese momento. Porque cuando empiezas a organizar una boda empiezas con la parte fea: EL PAPELEO.
              
         

                Entiéndase por papeleo: semanas y semanas y semanas de ir de un lado para otro llevando documentos, huyendo de correos para conseguir cuanto antes el expediente matrimonial y poder coger fecha. Está claro que esto cambia depende de dónde te cases.
                 En nuestro caso lo tuvimos claro desde el principio, nos casaríamos por el Ayuntamiento. De manera que rápidamente me puse a hacer llamadas telefónicas al Ayuntamiento, fiscalía, juzgados de paz...para informarme de los documentos que necesitaba llevar, el tiempo que tardaría en tenerlo listo...
                

             Aunque sea un proceso un poco pesado es curioso las anécdotas con las que te encuentras. Por ejemplo, a mi una funcionaria de uno de los ayuntamientos a los que llamé me recomendó encarecidamente que me casara por la iglesia, que era más fácil. No comment.
                 
                En definitiva: colas, sobres y papel. Pero os aseguro que cuando por fin conseguís vuestra fecha, vuestro día y hora, es de lo más satisfactorio.

P.D:  Tened en cuenta que el expediente matrimonial caduca al año de ser aprobado por el Fiscal. Nosotros por ejemplo lo abrimos el 24 de septiembre, y se aprobó el 19 de octubre. Así que tenemos que casarnos antes del 19 de octubre del años que viene. Así que tened cuidado con la fecha en que lo abrís!
                

viernes, 2 de noviembre de 2012

La pedida y otros mitos


La pedida y otros mitos
               


               Quizás es culpa de Hollywood o de Disney, pero no podemos negar que cada vez que nos hemos imaginado como nos pedirían la mano hemos pensado como mínimo en París, y desde ahí hasta los rincones más inhóspitos de nuestra imaginación, entiéndase por eso: Coro de bailarines haciéndote un Flashmob en mitad de la calle a lo programa del Divinity.  Yo he sido de esas, de esas que pensaba que el día en que me pidieran la mano yo llevaría un vestido carísimo, unos Louboutin (no sé porque si no tengo...) y el me entregaría una preciosa cajita verde agua de Tiffany's.
                

                La verdad, mi pedida fue perfecta, y no tuvo ni Louboutin, ni Tiffany's, ni vestido, ni restaurante. Tampoco saldrá en Youtube, ni hubo bailarines. Fue más bien sofá, vaqueros, camisa y bailarinas...eso sí, iba de peluquería (casualidades del destino).